Opinión Biográfica de la escena Metal del País
Gerardo "nirvana" perez
Al hablar de un movimiento se le cataloga en gran medida por lo que podríamos llamar logros alcanzados , entonces ya que el movimiento en cuestión es la llamada “escena metal de Guatemala” hemos de buscar por obvias razones en la historia y ya que a comienzos de los años 90s y parte de este, es nombrado por algunos el apogeo del movimiento, vienen a mi mente las razones del porque los auto llamados vieja guardia dicen que este fue el mejor tiempo o su valga la redundancia “apogeo”, y a mi memoria viene que aparte de lo musical tal vez muchas veces no con tanta profesionalidad como lo es en la actualidad a excepción de viejas bandas que aun hoy en día siguen enseñando esa calidad que mostraron en aquellos días de sus inicios, mucha de esa música perdió relevancia y solamente quedan recuerdos y criterios de aquellos que en un momento aun eran por decirlo de esta manera principiantes en lo que a conocimiento del metal se refiere, ahora los llamados vieja guardia, Porque según mi parecer en un principio todos éramos principiantes y que mejor manera de decirlo que para aquellos tiempos del 93 yo andaba por los 12 años y máxime que era y sigo siendo de un pueblo y pude vivir parte de ese llamado apogeo.
Ahora bien este tratado es solamente para expresar mi punto de vista como metalero, en muy poco tratare el tema musical y me enfocare mas por el movimiento expresado por en si la masa metalera y sus logros ya que como masa podríamos calificar que se buscaba un fin para toda esa fuerza puesto que como es sabido cada quien en su individualidad tiene su propio fin, esto lo digo pues en razón de que como seres pensantes que somos y ya que hemos trascendido mas allá de solamente lo musical sabiendo que esto mismo es lo fundamental del movimiento como tal. Recalco ahora que al haber crecido en un pueblo en aquellos tiempos en que aun la televisión por cable era algo muy trascendente y raro para este tipo de culturas, con esto quiero decir que muchas de las corrientes juveniles que a su tiempo han estado en la llamada moda no tuvieron relevancia por estos lares, de tal manera en si por mucho tiempo podríamos decir que estuvo ausente el mundo exterior y sus supuestos movimientos culturales y sociales, en consecuencia más marcada aun era la mente cerrada de la sociedad y aun hoy en día sigue siendo muy cerrada de pensamiento, por obvias razones su ignorancia se basa en la mediocridad del cristianismo. Esto lo digo pues en esos años del llamado apogeo que se vivía en ciudad capital y en algún departamento del occidente como lo es san marcos, (recuerdo una ocasión que vi un par de bandas de aquellos lugares, llamados sino mal estoy Gólgota, súcubos, hemorragia, bandas que fueron muy buenas a mi criterio de aquellos días), pero regresando a mi meditación fui parte de aquellos dorados días de la plaza Vivar, en que en un día normal veías no menos de cien camisas negras lo mismo que el parque san Sebastián no digamos algunos días como lo eran los viernes en que se llevaban a cabo las llamadas “cacerías” en que el numero se triplicaba, nunca entendí la razón de estas pero en algún momento debí apoyar a mis hermanos metaleros y como dije antes yo contaba en aquellos días con unos doce años, por lo menos poco más de un año antes los dioses del metal me hicieron llegar a conocer los caminos del metal y supongo que los que creemos en esta ideología sabemos que es un destino estar donde estamos, de casualidad en alguna radio, de casualidad que mi alma buscaba su liberación ante tanta violencia intrafamiliar, ante tanta charlatanería como lo era y sigue siendo ese cristianismo que es el pensamiento ignorante reinante de este entorno pueblerino, y dado esos fenómenos extraordinarios que suceden en este inmenso y profundo universo y por lo diminuto que es este planeta llamado tierra las primeras personas que conocí en la plaza Vivar cuando veía unos cassetes y discos extraños en una extraña tienda llamada “rock shop” un día que me escape de mi casa y después de una larga charla donde supieron de donde era y que unas bandas para mi extrañas llamadas Metallica, Led zepellin que veía en la vitrina ahora, habialas grabado alguna vez por casualidad por la radio, dijeron me.-chavo lo que a vos te gusta se llama metal.
Ese día supe que metal era el nombre de esa música que me hacia gritar con todas mis fuerzas a escondidas después de que mi padre ebrio me había golpeado hasta saciarse o tal vez mi madre o tal vez gritaba también por que los malditos hijos de Dios de esa iglesia adonde asistían mis padres decían que estaba endemoniado, eso aparte de charlatanería es una patética mediocridad barata y ahora como antes rio y escupo en sus caras. Metal es el nombre de esa música malditamente sagrada que me abrió los ojos, y doy gracias a mis padres por su constante viajar a la ciudad a si lo aprendí a hacer yo desde que era muy niño y dado que para mi edad no muchos jóvenes inclusive, lo hacían, y así conocí lo que hoy conozco.
Ahora bien hice muchos amigos y conocí a muchos que se hacían llamar metaleros, y conoci a mis hoy camaradas hermanos metaleros algunos muertos ya y es aquí donde llego a mi conclusión, la llamada vieja guardia o tal vez algún organizador de ahora que dice fue parte de esa, se ufana de que en esos días en un toque , en el pie de lana, en el Guatemala musical, megatron, rock on café, la barraca de don pepe, en el blue moon, tambien recuerdo el nou camp, alguna vez en la universidad de san Carlos, en la llantera, se ufanan de la cantidad de personas que llenaban estos y lo mas importante es que era con bandas nacionales y si no es que se burlan menosprecian o tal vez solo suspiran por que en los conciertos de ahora fuese de igual manera, de esta manera quiero dar mi punto de vista y me pregunto ¿donde están ahora esos llamados metaleros que llenaban esos recintos?, ¿a dónde fueron?, mi cuestión es esa ¿si el movimiento era grande porque esa gente no está hoy?¿ Acaso solo fue una moda para una gran mayoría? una su rebeldía de juventud supongo, en muchos casos he oído decir a muchas personas hoy tal vez cristianos, otros ya de por si consumidos por la sociedad y su sistema diciendo con sentimiento de añoranza y orgullo, i yo fui metalero una vez! dicen, y en mi alma siento repugnancia veo frente a mí a alguien que utilizo al metal, y es bien sabido que esto es para siempre y nunca de “fui alguna vez”, y digo lo de “moda” pues en cierta ocasión hube de encontrarme con uno de esos alguna vez pronunciados por esa vieja guardia llamados antiguos, uno de esos que eran de los mas “gruesos” como les dicen, hube de encontrármelo con todo y sus pantalones flojos y su patineta y era obvio lo seguían muchos que yo veía con él en aquellos tiempos de mi niñez y principio, en otra ocasión fueron unos que conocí personalmente se habían convertido ahora en unos trance o algo así me dijeron, y aun rio por eso a veces, y en mi mente se reafirma el pensamiento que esto no es para cualquiera, en todo caso pienso que el movimiento en esa época fue de gran fuerza y no fue aprovechado, ademas no puedo pasar por alto diria alguno, que en su momento hubo persecucion de los que se dice son la autoridad hacia aquel movimiento inclusive en su momento yo estuve en una lista junto a mis camaradas de aquel tiempo y eramos investigados, ( ja ja con foto y todo) y en mas de alguna ocasion los malditos policias hasta me robaron el poco dinero que llevaba al ir a los trash attack, pero en eso quiero recalcar nunca hubo motivo de lucha que involucrara a todos con un fin
Pues bien en estos días mucho se oye de parte de aquellos que se dicen viejos o de algunos otros que no tienen nada que ver con la escena de este país pero que han intentado lucrar con ella, que la escena del metal o no se levanta o está muerta o se está muriendo y en ese caso digo con respecto de que su base es la ciudad capital y por lo obvio de mi residencia, que esta gente no conoce Guatemala, dado que el movimiento en el país ha crecido a grandes magnitudes pero en gran medida nuestra geografía presenta mucha dificultad además de la pobreza, la ignorancia y represión que se vive en el interior del país a las nuevas ideas, lugares que en muchas ocasiones las noticias de más de algún concierto importante o llega muy tarde o no se tienen los medios para poder viajar hasta la ciudad capital, también es importante decir que mucha de esta masa viene de los estratos más pobres como lo es vivir en muchos pueblos, gente pobre que ha encontrado en el metal ese grito de guerra contra todo lo que nos hace vivir en constante represión y con los dedos de la sociedad apuntándonos y acusándonos de las estupideces que la ignorancia haga que se les ocurra. A esto me refiero con los logros alcanzados por aquellos en aquellos tiempos en la ciudad capital, creo que tal vez no tuvieron un motivo de lucha, o simplemente no hubo una presion para que se pudiera dar esa razon por que por todos es sabido que un metalero pasas desapercibido por las calles de la ciudad capital o sino simplemente a las personas se le vuelve indiferente ver a alguien de cabello largo y ropaje negro no lo conocen no les ineteresa, podría ser esa una razón, a excepción podríamos decir de muchas bandas que en sus letras reflejan como lo es toda banda de músicos metaleros la realidad de una sociedad llena de prejuicios e ignorancia apropósitos; en este caso canciones y bandas han trascendido en muchos lugares fuera de la capital, ese el motivo del recibimiento que tienen en nuestros días cuando visitan nuestros pueblos, mientras en la capital incluso con bandas de calibre mundial la mayoría de personas solo se dedica a observar, en estos pueblos las canciones de las bandas nacionales son coreadas y gritadas desde el fondo de nuestras almas como un grito de guerra y libertad, por estas razones muchos nos hemos propuesto entablar una lucha directa contra la sociedad para cambiar ese mediocre y patético sistema que nos rige, puede ser una lucha por de más inútil pero la guerra ha sido declarada ya y lo que nos motiva es que si no se hace nada, nada va a cambiar, este es el pensamiento de muchos de nosotros que al encontrarnos y conocernos por casualidad o por destino en algún concierto o en un día de cervezas concordamos que la lucha es la misma y el enemigo también en estos nuestros pueblos, y que debemos no intentarlo sino hacerlo y que mejor que lo emprendamos como unidad, hermandad y convicción, ese es nuestro motivo de lucha y en muchos casos los concierto pasan a un segundo plano y se vuelven trascendentes estos propósitos que se enmarcan en nuestros diferentes planes, pues como he dicho la guerra en estos lugares es directa y constante hacia los que profesamos el metal, esto dado que un pueblo es un infierno, pero meditando esta cuestión esto es lo que nos hace más fuertes, tal vez sin tanto conocimiento musical como alguno de la ciudad capital pero con un espíritu de lucha muy superior creado por el sentimiento de lucha metalera que hace que no nos rindamos ante el constante acoso de la iglesia léase: católica, protestante y un par ahí que se les unen además de la sociedad enmarcada en la familia, autoridades, y tantos otros que forman el circulo para que esta funcione.
Nuestros propósitos están claros para nosotros, el metal está vivo en Guatemala y en un concierto no se va a notar eso, así que para aquellos que organizan toques de gran magnitud en la capital no se quejen o no digan que esta es un escena muerta y si en un concierto les salió o no les salió nunca intenten lucrar con nuestra sagrada música o en una mejor opción revivan a los muertos de aquellos tiempo a principios de los noventas y llenen ustedes mismos sus pequeños recintos por acá lo tenemos claro nuestra guerra es del día tras día, y hay quienes en la capital que se han vuelto nuestros camaradas y están en esta guerra con nosotros desde editores de revistas así como bandas se dan cuenta de esta guerra y del fin que por estos lugares buscamos, no un pinche concierto sino algo más sublime como lo es nuestra libertad de ser. El metal no es para ganar riquezas es para perderla en todo caso, mas sin embargo ya sabemos cuál es nuestra lucha y quien es nuestro enemigo y no perderemos ihails camaradas del interior de la república!, que en muchos casos somos el cincuenta por cientos que llegamos a los toques grandes de la ciudad capital
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